sábado, 13 de noviembre de 2010

HISTORIA DE LA TIPOGRAFIA

HISTORIA DE LA TIPOGRAFIA
El primer pictograma (dibujo representando un objeto o una idea sin que la pronunciación de tal objeto o idea sea tenida en cuenta) del que tenemos constancia se remonta al año 3.500 a.C., y es una tablilla en pieza caliza hallada en la ciudad de Kish (Babilonia).




Más tarde, los sumerios desarrollaron ideogramas (símbolos que representan ideas asociadas menos concretas), sistema que fue desarrollándose hasta dar lugar al sistema cuneiforme sumerio de escritura, basado en sílabas que imitaban el lenguaje hablado. Un ejemplo de escritura de este tipo es la tablilla hallada en Ur, fechada sobre el 2900-2600 a. C., que describe una entrega de cebada y comida a un templo.




La evolución posterior de este sistema silábico dio lugar a la escritura cuneiforme (2.800 a.C.), que utiliza lo que podemos considerar como el primer alfabeto, cuyas letras se imprimían sobre arcilla usando una cuña.




De esta época datan multitud de tablillas que contienen textos económicos, religiosos, poéticos, y legales, como el famoso código de Hammurabi, uno de los documentos jurídicos más antiguos que existen.




Sobre el año 1.500 a.C. se desarrollaron en Egipto tres alfabetos (jeroglífico, hierático y demótico). De ellos el jeroglífico (mixto ideográfico y consonántico), basado en 24 símbolos consonantes, era el más antiguo.




Los fenicios adoptaron este alfabeto egipcio 1.000 años antes de Cristo, usando para escribir pieles y tablillas enceradas, y también lo transmitieron por el mundo civilizado, de tal forma que poco después fue adoptado también por los hebreos y los arameos, sufriendo con el tiempo una evolución propia en cada un de estas culturas.




El alfabeto fenicio fue también adoptado por etruscos y griegos, y de ellos lo fue por los romanos, que en el siglo I ya manejaban un alfabeto idéntico al actual, a falta de la J, la W y la V.


El Imperio Romano fue decisivo en el desarrollo del alfabeto occidental, por crear un alfabeto formal realmente avanzado, y por dar la adecuada difusión a este alfabeto por toda Europa conquistada, ya que muchas lenguas que no tenían sistema propio de escritura adoptaron el alfabeto romano o latino.




La escritura romana adoptó tres estilos fundamentales: Quadrata (mayúsculas cuadradas romanas, originalmente cinceladas en piedra), Rústica (versiones menos formales y más rápidas en su ejecución) y Cursiva (modalidades de inclinación de las mayúsculas).


Partiendo del modelo fenicio-nabateo se desarrolló también, alrededor del siglo IV d. C, el alfabeto árabe, formado por 28 consonantes y en el que, al igual que el resto de alfabetos semíticos, se escribe sin vocales, de derecha a izquierda.




En occidente el alfabeto romano fue evolucionando y, en el siglo X, en el monasterio de St. Gall, en Suiza, se desarrolló un nuevo tipo de letra comprimida y angulosa, la letra gótica, más rápida de escribir y que aprovechaba mejor el papel, factores importantes en un momento que la demanda de escritos se había incrementado notablemente, escritos que se realizaban a mano, primeramente en pergaminos y luego, a partir del año 1.100, en papel.


La letra gótica se difundió por toda Europa, surgiendo diferentes variantes (Textura, Littera Moderna, Littera Antiqua, Minúscula de Niccoli,, etc.).


En 1.450 se produjo uno de los hechos más importantes para el desarrollo de la Tipografía y de la cultura humana: Johann Gutenberg (1398 – 1468) inventa a la vez los caracteres móviles y la prensa, creando la imprenta. El primer texto occidental impreso, la "Biblia de 42 líneas" de Mazarino, sale en 1.456, al parecer de la imprenta de Gutenberg.




El trabajo de impresión posibilitó el uso de nuevos tipos de letra. En 1470 Nicolas Jenson graba el primer tipo en estilo romano inspirándose en las Quadratas romanas, en 1.495 Francesco Griffo diseña el tipo conocido como Bembo, en 1.501 Francesco de Bolonia diseña para el veneciano Aldo Manucio el primer tipo mecánico cursivo y en 1.545 el impresor francés Claude Garamond crea una fundición y comienza a fundir un tipo más informal que la letra romana trajana, basado en el trazo de la pluma de ave.


HISTORIA DEL LOGOTIPO
Historia del logotipo John Deere Uno de los símbolos corporativos más famosos del mundo, el ciervo del logotipo en pleno salto, ha sido sinónimo de la calidad de los productos John Deere durante más de 120 años.


El primer logotipo con el ciervo fue registrado en 1876, aunque los documentos del registro indican que fue utilizado durante los tres años anteriores. John Deere estaba por entonces definitivamente establecido en Moline y su empresa producía anualmente 60.000 arados. La gente se refería a ellos como los arados de Moline, por la ubicación de la fábrica, y la necesidad de una marca comercial registrada se hacía evidente. Una marca registrada era, igualmente, la única forma de asegurar una protección eficaz contra copias e imitaciones.


Logo 1876 En el primer logotipo, el ciervo está saltando sobre un tronco, las palabras "John Deere" figuran en la parte superior y en la parte inferior puede leerse "Moline, Ill.". Resulta curioso destacar que este primer logotipo representaba a un ciervo de una especie africana, y sólo en las versiones posteriores fue sustituido por una especie de ciervo común en América del Norte.


Entre 1876 y el comienzo del nuevo siglo, la compañía experimentó un importante crecimiento. Durante este período, Deere & Company adquirió varias fábricas dedicadas a la fabricación de diversos equipos agrícolas. Se evidenciaba la necesidad de un nuevo logotipo que reflejara la expansión de la compañía y aportara uniformidad a su floreciente línea de productos.


Logo 1912 El segundo logotipo John Deere fue registrado en 1912. El ciervo continuaba saltando sobre un tronco, con las palabras "John Deere" formando un arco en su parte superior, y las palabras "Moline, ILL." debajo del ciervo, de forma similar al logotipo original. En esta versión aumentaba de forma considerable el detalle y la definición del dibujo del ciervo. El eslogan "The Trade Mark of Quality Made Famous by Good Implements" (La marca registrada de calidad, famosa por sus buenos implementos), aparece aquí por primera vez, extendiéndose por la parte inferior.


Logo 1936 El siguiente cambio fue registrado en 1936, después de que el Comité de Normalización de la compañía informara sobre la necesidad de "modificar el logotipo comercial para grabarlo sobre los productos." El ciervo se transformó en una silueta, perdiendo todo el cuidado detalle de su antecesor. Este cambio, acompañado de la extensión de las piernas, añadió un perfil más firme y reconocible. Este período estuvo marcado por record de ventas de los tractores modelos A, B, y D y por la agresividad de Deere para tratar de dominar el mercado. Alrededor del ciervo en pleno salto se añadió un peculiar perfil rectangular con las esquinas curvadas. La cornamenta fue ligeramente variada y las palabras, "John Deere, Moline, Ill." permanecieron en la misma posición, aunque un poco más destacadas. El eslogan continuó sin variaciones.


Es importante observar que las fechas asociadas a estas marcas comerciales son las de registro en la oficina de patentes, si bien muchos diseños fueron adoptados por la compañía y utilizados durante varios años antes de registrarse oficialmente.


Logo 1937 Justo un año después, en 1937, se introdujo un nuevo logotipo aún más simplificado. Deere & Company estaba más diversificada que nunca. Había cada vez más productos básicos John Deere y más lugares donde usar el logotipo, lo que sin duda aceleró el nuevo cambio. Quizás el centenario de la compañía, en 1937, fue otro de los factores que justificaron el cambio. Los caracteres tipográficos y la silueta del animal permanecieron inalterados, pero el eslogan y el borde desaparecieron.


Logo 1950 El siguiente cambio oficial en el símbolo de la compañía tuvo lugar en 1950, representando una novedad en muchos aspectos. En primer lugar, la cornamenta del ciervo fue girada hacia adelante, el rabo señalaba hacia arriba para asemejar un ciervo de cola blanca y el tronco sobre el que antes saltaba desapareció. Las palabras "John Deere" ahora en un tipo de letra más moderno y agresivo, aunque aún formando un arco, fueron elevadas para ajustarse a las nuevas dimensiones de la cabeza del ciervo. Un nuevo eslogan - "Quality Farm Equipment" (equipos agrícolas de calidad) en letra negrilla con relieve invertido, figuraba debajo del ciervo.


Las palabras "Moline, Ill." también desaparecieron - un cambio necesario desde hace tiempo, dada la creciente diversificación de la compañía por todo el mundo. Volvió a aparecer un borde alrededor del logotipo - un marco rectangular de caras planas y esquinas curvas, que contenía y unificaba todos los elementos de la marca.


Logo 1956 El logotipo de 1956, que comenzó a utilizarse, pero no fue oficialmente registrado hasta 1962, tendía de nuevo a simplificar el diseño. El lema "Quality Farm Equipment" fue eliminado. Por aquel entonces, John Deere estaba establecido en la fabricación de equipos industriales, y, tanto contratistas, como madereros, estaban familiarizados con la maquinaria negra y amarilla que portaba el logotipo. Se añadió más radio a las esquinas redondeadas y una ligera curva a las caras laterales. Las palabras "John Deere" fueron situadas, por primera vez, debajo del ciervo, con un tipo de letra más moderno. El ciervo se mantuvo apenas sin cambios: las patas extendidas, las puntas de la cornamenta hacia adelante.


Logo 1968 La revisión realizada en 1968 produjo un logotipo con un aspecto más contemporáneo. Un informe de la compañía concluía: "el nuevo logotipo está en línea con el progreso observado en todas las divisiones de la compañía … puede reproducirse con mayor facilidad, se identifica mejor y puede utilizarse más ampliamente." El diseño fue modernizado y estilizado hasta mostrar una silueta plana, con dos patas, en vez de cuatro, y un solo cuerno con cuatro puntas. El logotipo "John Deere" fue cambiado, utilizando un tipo de letra Helvética, modificado a mano. Se redujo la anchura del borde elíptico y aumentó el tamaño del ciervo respecto al conjunto.


Logo actual a partir de agosto de 2000 En la actualidad, comenzando el siglo XXI, John Deere desvela la última versión de su famoso logotipo, la octava en más de 160 años de historia de la compañía. El nuevo logotipo se corresponde con la fuerte asociación existente entre el nombre y el símbolo de John Deere. Aún así, sus afilados cuernos, ángulos, músculos y actitud aportan al logotipo un aire de fuerza y dinamismo. Se da la circunstancia de que, tras haber sido percibido durante décadas como el "ciervo saltando", esta última versión realmente ilustra un ciervo saltando hacia arriba, mientras en los anteriores logotipos el ciervo se encontraba siempre en la fase descendente del salto - un atributo muy positivo, según observaron de forma casi unánime los responsables de un reciente proceso de revisión, investigación y aprobación de los signos de identidad corporativa.


Durante el transcurso de los años, la evolución del logotipo ha reflejado siempre el centro de interés de la compañía en el momento del cambio, y lo que se suponía más importante de cara a su futuro. Desde la última revisión de su logotipo, John Deere ha evolucionado, pasando de ser una compañía de equipos agrícolas, cuyos principales intereses se centraban en el mercado norteamericano, a ser una organización global con intereses en un amplio campo de actividades, que incluyen financiación, maquinaria pesada, productos de consumo y soluciones de tecnología especializada.


La actualización representa la determinación de John Deere de ser líder mundial en todos los aspectos de sus actividades, permaneciendo firmemente enraizada en sus valores fundamentales de calidad, innovación, integridad y compromiso.


En un esfuerzo para representar con mayor exactitud como es hoy John Deere, el eterno símbolo ha sido modernizado para representar la fuerza global de la compañía, su decisión de captar nuevas oportunidades y su compromiso en la adopción de nuevas tecnologías para satisfacer las necesidades de sus clientes.


El estilo y la forma del nuevo logotipo son un reflejo del mundo tecnológico en que vivimos: más audaz, más fuerte y con un mayor uso de la tecnología. En lo referente al símbolo, las patas traseras del ciervo están firmemente apoyadas sobre el suelo, para impulsarle con fuerza en el salto al nuevo milenio. La actitud del cuerpo, la cabeza y la cornamenta reflejan agilidad, sentido de orientación y la firme decisión de correr deprisa.


El logotipo representa como es hoy la marca John Deere - orgullosa de sus tradiciones, preservando y construyendo sobre sus sólidos cimientos, pero divisando al mismo tiempo el horizonte, en busca de nuevas oportunidades. Con este ciervo renovado, John Deere comienza su camino en el nuevo milenio con fuerza y confianza    

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